TITULO DEL LIBRO
UN CARROMATO VERDE BOTELLA |
|
||
|
Por Carlos Alsina (si se nos permite el homenaje)
Hay cosas que uno deja para mañana. La ITV, la cita con el dentista, lo de llamar a ese amigo que siempre responde. Pero hay otras que, si las dejas para mañana, puede que mañana ya sea tarde. Como los equipos contra incendios en casa. Como ese extintor para casa que debería estar en el recibidor, justo al lado del paragüero que nadie usa.
No es exageración, es prevención. Porque el fuego no llama a la puerta. Se cuela por el horno que se quedó encendido, por ese enchufe que chisporroteó de madrugada, por esa sartén olvidada mientras contestabas un mensaje de voz eterno. Y cuando llega, no avisa. Por eso, contar con un extintor en casa ya no es una recomendación: es una decisión sensata, cívica y responsable.
El incendio doméstico es más común de lo que la mayoría quiere reconocer. Las estadísticas no mienten: los siniestros en el hogar por fallos eléctricos, descuidos en la cocina o elementos combustibles están a la orden del día. La diferencia entre el susto y la desgracia, entre la anécdota y la tragedia, la puede marcar un gesto tan simple como tener a mano un extintor.
Y aquí no hablamos de convertir el salón en un parque de bomberos, sino de adquirir un modelo adecuado, eficaz y acorde a las dimensiones del hogar y a los riesgos potenciales. Es decir, un extintor para casa que no solo apague llamas, sino también temores.
No todos los fuegos son iguales, y no todos los extintores sirven para lo mismo. En el entorno doméstico, la versatilidad es la clave. Por eso, los extintores de polvo ABC se llevan el oro en cuanto a funcionalidad:
Con un solo equipo, puedes cubrir todos esos frentes. ¿El más recomendado? Uno de 6 kg o 9 kg de polvo ABC, según la superficie del inmueble. Y siempre, siempre, con marcado CE y certificado AENOR. Porque el fuego no perdona errores de compra.
Y si además quieres estar al tanto de todas las opciones disponibles, lo mejor es consultar directamente a los especialistas en extintores, donde encontrarás no solo variedad, sino también asesoramiento técnico a la altura del riesgo.
En España, los extintores para casa deben cumplir con la normativa UNE 23120. ¿Qué significa eso? Que su diseño, eficacia y mantenimiento han sido auditados bajo criterios oficiales y seguros. ¿Cómo saber si el tuyo lo cumple? Fácil:
Si uno no revisa un coche, se queda sin frenos. Si no revisas el extintor, cuando lo necesites será un jarrón caro con etiqueta roja. Por eso, más allá de comprarlo, hay que inspeccionarlo y mantenerlo activo.
La información técnica, el mantenimiento periódico y las novedades del sector las puedes seguir en portales especializados como este blog de protección activa contra incendios, que explica de forma clara qué modelos se ajustan a cada necesidad.
El mejor extintor del mundo no sirve de nada si está escondido en el altillo del armario del pasillo. El lugar importa. Y mucho. Algunos consejos clave:
El tamaño sí importa, pero depende de tus metros cuadrados y de los posibles focos de riesgo. Un resumen útil:
Y recuerda que más peso no siempre es mejor si no puedes levantarlo. Es preferible tener dos extintores pequeños bien ubicados que uno gigantesco inalcanzable.
Comprar un extintor no es como elegir un florero. Hay que pensar en:
Un extintor es la primera línea de defensa, pero no debe ser la única. Recomendamos:
Y, sobre todo, tener claro que la prevención empieza por saber que el riesgo existe. Que el fuego no entiende de horarios, ni de días festivos, ni de excusas. Pero que, con el extintor adecuado, un poco de sensatez y algo de formación, podemos convertir nuestro hogar en un lugar mucho más seguro.
Tener un extintor en casa no es paranoia, es sentido común. Es saber que uno se preocupa por lo que importa. Porque proteger a los tuyos no empieza con alarmas o puertas blindadas, sino con una sencilla botella roja que, en el momento justo, puede marcar la diferencia.
El extintor para casa hoy en día ya no es un accesorio olvidado en viviendas rurales, sino una herramienta indispensable en cualquier hogar moderno. Porque, seamos claros: la seguridad, como el café por la mañana, no se negocia.